domingo, 29 de mayo de 2016

Límites - Saber decir No







Y aún vibran en todo mi ser, la siguientes palabras; hazte respetar, marca límites, pero límites firmes, no vuelvas cometer el mismo error del límite fantasma, que donde dijiste no, lo cambias a un si o viceversa, sé consciente para que el viejo patrón no te arrastre y se empodere otra vez, recuerda que hay mil y una formas diferentes de hacer las cosas, tan solo permítete probar y quedarte que la que mejor te haga en el momento actual , y si luego ya no nos sirve, pues se cambia de nuevo que no pasa nada…

Pero qué es realmente un limite?  Su definición en el diccionario nos da las dos siguientes definiciones

·       Línea real o imaginaria que marca el fin de una superficie, cuerpo o separación entre dos entidades
·       Punto  o línea que señala el fin o término de una cosa no material, suele indicar un punto que no debe sobrepasarse.


 

En mi opinión, creo que puede ser un poco complicado  el hecho de poner límites, cuándo y como se han de establecer.  Ante esta pregunta, hay ocasiones en las que la cabeza es la que toma el control y empieza a darle a la turbina, que se pone a 1000 rpm y…  Oh Dios, no!!!!! De nuevo se crea un corte energético entre el raciocinio, los pensamientos, el control mental y el resto del cuerpo, las emociones, los sentimientos…   el engranaje mental se dispara a toda velocidad, diciéndose , pues ya está , cuál es el problema?, se pone el límite y punto, se dice no, y ya está, no hay nada más de que hablar.  Parece todo tan fácil desde el plano mental,…. hasta que el resto del cuerpo comienza a reaccionar y nuestr@ niñ@ interior comienza a gritar, a manifestarse, a echarle un pulso y quizás en algún momento a estremecerse ante el hecho de decir no, de crear una barrera o separación. Quizás tenga miedo de que la consecuencia de decir no, conlleve a que no sea integrada en un grupo, en la sociedad, quizás como no se complace los gustos o necesidades de la otra parte, surja el miedo a ser rechazad@.  Y si ese no, implica dejar de ser la persona a los que los otros consideran la buena, la que siempre está dispuesta a echar una mano y ya te empiezan a considerar la mala?   Pueden venir recuerdos de la niñez en los que estabamos acostumbrados a que nos dijeran, teneis  que ser buenos, amables, agradecidos, ayudar a los demás, es como si inconscientemente nos hubieran inculcado que decir no, no estaba bien visto socialmente, como si negarse a algo no estuviese bien aceptado e incluso, que los demás estaban por encima de nosotros, siempre relegados a segundo termino por complacer a los demás.
 

Cuando comienza esa lucha, cuando la herida del rechazo, el sentimiento de culpabilidad de no ser el/la niñ@ buen@, el pensamiento de no ser aceptad@, cuando la soledad y esas emociones poco agradables emergen, recuerdo las palabras del profesor de Polaridad: los límites son necesarios, y los límites han de ser semipermeables; han de permitir sacar lo que no nos sirve, los patrones que se nos han quedado obsoletos y ha de permitir aquello nuevo que nos nutre, que es útil y que nos funcionada en el momento actual.  Es entonces cuando la batalla comienza a aflojar, se empieza a relajar y sentir que cada uno de los polos tiene su espacio y su razón de ser; comienza un diálogo entre ellos pasando por el polo neutro para llegar  a un punto común a un entendimiento.  Saber decir no, nos permite ponernos en nuestro lugar, sin permitir que seamos bamboleados como una tabla a la deriva en el mar.  Saber decir no, no permite respetarnos a nosotros mismos, nuestras necesidades, nuestros miedos, nuestros cansancios, nuestros límites…. Y al respetarnos a nosotros mismos, esa onda se expande y se extiende, haciendo que los demás nos respeten.  “ Para que los demás nos respeten, nos tenemos que respetar a nosotros mismos”


Y cómo podemos decir no?

·       Lenguaje corporal:  Es tan importante como el lenguaje verbal.  
o   Una buena postura de marcar límite es la espalda erguida, con los pies pisando tierra y aferrándonos a ella para no ser arrastrados.
o   La mirada, una mirada fija y penetrante puede ser un buen límite.
o   Los brazos cruzados sobre el pecho, diciendo inconscientemente , aquí no se entra
o   Extender el brazo con la palma de la mano hacia afuera  como diciendo no, basta, para!
o   Etc..

·       Lenguaje verbal
o   “Disco rayado”.  Consiste en repetir una y otra vez nuestra opinión, sin añadir información.  Por ejemplo, “ lo siento, no puedo”, si lo sé, pero no me es posible”, “
o   Blanco de niebla: El banco de niebla consiste al igual que el disco rayado en mantener tu postura, pero en este caso la diferencia consiste en que nosotros ahora no solo mantendremos nuestra postura, además de ello le concederemos a la otra persona que pueda tener razón. Nos podemos estar equivocando, pero a pesar de ello es nuestra decisión y preferimos hacer lo que creamos nosotros / as oportuno.
o   Etc.




Para finalizar, permítanme recordarles que decir no es importante, pero también decir si.  Recuerden los límites han de ser semipermeables. No olvidemos que somos libres y tenemos la capacidad de elección, podemos decir tanto si, como no.






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